El cumplido: charme et vertu

EL CUMPLIDO: ‘CHARME ET VERTU’
EN LES LIAISONS DANGEREUSES*


(2002) Quaderns de Filologia. Estudis Linguistics VII, Sexe i llenhuatge: la construcció lingüística de les identitats de gènere.

A.Emma Sopeña Balordi
Universitat de València


A Riki
Le plaisir est le meilleur des compliments
Coco Chanel


Tourne vers moi tes doux regards  …
Choderlos Laclos, Les Liaisons Dangereuses (Lettre161 )
«Mais qui pourrait arrêter une femme qui fait,
sans s’en douter, l’éloge de ce qu’elle aime?
(Lettre 23)



1. El cumplido: intento de definición

El acto verbal del cumplido que nos proponemos analizar podría enmarcarse (Haverkate 1994: 80) en los llamados actos expresivos, que demuestran un estado psicológico del hablante, y que crean o refuerzan la solidaridad entre los interlocutores. El cumplido es un ejemplo privilegiado del uso de la cortesía verbal. Si la cortesía, como dijo La Bruyère (Les Caractères, chap.V), significa «une certaine attention à faire que par nos paroles et par nos manières, les autres soient contents de nous et d’eux-mêmes», no puede existir acto lingüístico más cortés que un cumplido. Generalmente se atribuye al término cumplido, la significación de palabra halagadora, lisonjeadora, que se dice con el fin de felicitar a alguien por algún motivo determinado. Kerbrat-Orecchioni (1994: 202) lo define como un tipo de «évaluation assertive positive portant sur une qualité ou une propriété de l’allocutaire A (un compliment, c’est une louange adressée à la personne concernée), ou bien encore, sur une qualité ou propriété d’une personne plus ou moins étroitement liée à A.» Evaluación positiva significa que comporta un término intrínsecamente axiológico, teniendo en cuenta que el valor axiológico varía en función de los sistemas evaluativos propios del locutor L y del alocutario A, así como de los datos contextuales (e.g. comentarios tan ambiguos como «¡qué monada!»). Las expresiones afectivas son a menudo admitidas como cumplidos pero sus relaciones con los términos axiológicos no son siempre evidentes («me encanta tu sonrisa»). El campo de los enunciados potencialmente aduladores es pues difícil de balizar, porque cualquier estructura que pueda causar placer a A podría considerarse como un cumplido: los marcadores valorizantes pueden presentar  formas lingüísticas de la más variada índole, al tiempo que pueden prestarse a malentendidos -cuando, por ejemplo, A toma como un cumplido un enunciado cuya intención comunicativa no era tal, o bien percibe como un anti-cumplido lo que L quería transmitir como halago. Encontraremos en esta frontera expresiones de satisfacción («¡qué bien se está en tu casa!»), expresiones de disgusto («¡qué pena que no estés aquí!»), expresiones que marcan la deferencia («señorita» dirigido a una mujer mayor), expresiones que marcan la afectividad, como vocativos hipocorísticos («tesoro»), expresiones del conocimiento que se tiene de A («¡claro que le conozco!, ¿quién no?»). El cumplido puede llegar a alabar, a adular, a elogiar con encomio, con exageración y sin motivo lo suficientemente justificado, con el fin de agradar, y captar así la voluntad del destinatario (captatio benevolentiae).

2. El cumplido: acto verbal cortés

El cumplido tiene también su cara oscura. Para poder comprenderla, nos remitiremos a los trabajos de Goffman (1973, 1974) y de Brown y Levinson (1978) según los cuales todo individuo posee dos imágenes (faces) que denominan positiva y negativa. La imagen negativa es la reformulación de la noción de territorio, familiar a los etnólogos de la comunicación – territorio corporal, espacial o temporal, bienes materiales o cognitivos -, la positiva designa el conjunto de imágenes valorizantes que los individuos tienden a imponer de ellos mismos en la interacción (c.f. las expresiones en francés perdre la face, sauver la face). Estas nociones de positivo y negativo no son antónimas a pesar de lo que pueda parecer, sino complementarias. Así pues, en toda interacción entran en juego cuatro imágenes, la positiva y negativa de L, y la positiva y negativa de A. El principio general de funcionamiento correcto de la interacción se basaría en intentar proteger tanto las propias imágenes positiva y negativa como las de A, y para ello hay que salvaguardar el propio territorio, protegiéndose de las incursiones peligrosas, no permitir que degraden nuestra propia imagen impunemente (e.g. respondiendo a las críticas), no degradarla nosotros mismos, no entrar en el territorio ajeno (e.g. no violar sus reservas), salvaguardar nuestro propio narcisismo (e.g. evitando términos descorteses). Según Brown y Levinson, la mayor parte de los actos verbales que se producen en una interacción constituyen una amenaza para una de las imágenes en juego, lo que ellos denominan FTA, Face Threatening Act (ACI Acto Contra la Imagen) por ello, si queremos llevar a buen puerto la interacción, nos veremos obligados a suavizar dichos actos por medio de procedimientos que denominan face work, trabajo de cuidado de las imágenes. El cumplido puede considerarse como un anti-FTA, y representa una forma privilegiada de cortesía positiva (como la excusa lo es de la negativa). Sin embargo, puede acompañar a un FTA para la imagen negativa (e.g. una orden) o bien para la imagen positiva (e.g. una crítica), y entonces  es una muestra de la cortesía negativa puesto que atenúa una crítica, suaviza una petición o repara una ofensa (cf. uso mitigador del cumplido). Pero el cumplido, a la vez que significa un FFA (Face Flattering Act, AAI Acto Adulador de la Imagen), para A, puede suponer una agresión contra la propia imagen positiva de L puesto que, en ocasiones, halagar a A sitúa a L en un nivel inferior al reconocerlo superior en algo.
Desde el punto de vista semántico y pragmático, la fuerza ilocutiva del acto verbal del cumplido resulta de la unión de dos valores, y significa una incursión en el territorio de A como amenaza para la imagen negativa de A (FTA): al ser un juicio -aserción evaluativa positiva que pretende hacer que A admita su contenido como verdadero- supone una ingerencia en los asuntos de A y una violación de intimidad; sitúa a L en una posición superior arrogándose el derecho a juzgar y evaluar a A, y al ser un regalo verbal u ofrenda que pretende gratificar a A (anti-FTA para la imagen positiva de A que halaga el narcisismo de A), sitúa a A en posición de deudor (aceptando el cumplido, A se sentirá obligado a compensar a L). Este juicio/regalo verbal suele aparecer en situación de macro-acto de habla de declaración de amor más o menos camuflada, o de estrategia global de seducción que constituye una amenaza para el territorio afectivo de A. El macro-acto de habla se presenta como una serie de secuencias de actos de habla que funcionan socialmente como un acto de habla global, por ejemplo una serie de actos asertivos que conducen a la situación de declaración de amor.
El cumplido valoriza la imagen positiva de A, en concordancia con la máxima V de Leech (1983: 132) agreement maxim (máxima de acuerdo, en los enunciados asertivos): minimizar el desacuerdo entre L y A, y maximizar el acuerdo entre L y A. Vamos a tratar de explicar brevemente estos conceptos. Leech (1983) partió para sus trabajos de cortesía verbal del Principio de Cooperación de Grice (1975) avanzando que, además de las cuatro máximas que forman dicho principio (cantidad, calidad, relación, modo), existen otras -como la de ser cortés- que son utilizadas en los intercambios lingüísticos. El Principio de Cortesía que propone Leech presenta dos formas: en su forma negativa, se orienta a minimizar la expresión de comportamientos descorteses, y en su forma positiva a maximizar la expresión de comportamientos corteses. Distingue igualmente cuatro intenciones ilocutivas principales en su relación con la cortesía; la que aquí nos interesa corresponde a los actos sociales -como agradecer o hacer cumplidos- que mantienen o mejoran la relación social, suponen un beneficio para  A pero un coste para L que debe utilizar la cortesía positiva. Este tipo de cortesía tiene como objetivo el mantenimiento de la imagen positiva de A -sus deseos de ser querido y aceptado por los demás- y se da principalmente cuando L desea manifestar su cercanía a A; es esencialmente de naturaleza productiva, y consiste en efectuar FTA para la propia imagen negativa  (e.g. el ofrecimiento) como la propia positiva (e.g. el cumplido).
Lakoff (1973) adoptó igualmente la Máximas Conversacionales de Grice para su análisis de la cortesía lingüística, y propuso dos reglas básicas que pretenden conseguir que A se sienta bien: ser claro y ser cortés. En lo que concierne a esta última, que recoge el problema de la relación interpersonal, Lakoff apunta tres estrategias verbales de las que se vale el enunciador cortés, una de ellas, la tercera -haga que el interlocutor se sienta bien, compórtese amigablemente, sea amable- es la que concierne al cumplido.

3. El cumplido: algunos principios básicos

3.1. El cumplido, para cumplir su fin, debe basarse en el principio de sinceridad (máxima de calidad de Grice),  pero hay una tendencia a considerarlo como sospechoso de insinceridad al ser en ocasiones interesado (e.g. enmascaramiento de una petición indirecta); además, el cumplido está en relación con toda una serie de convenciones rituales de la cortesía mundana basada por un lado en una retórica hipócrita y vacía (la cérémonie des compliments, Kerbrat 1994: 279, le jargon des compliments, expresión utilizada por la Marquesa de Merteuil en Les Liaisons Dangereuses, carta 105 a Cécile de Volanges), y por otro en una necesidad de instaurar una relación interactiva armoniosa, sobre todo en los rituales de apertura del intercambio lingüístico. Esta jerga se fundamenta en convenciones lingüísticas estereotipadas a base de una cierta retórica más o menos hipócrita. En efecto, el cumplido puede considerarse en cierto modo como una actividad ritual, protocolaria, ceremonial y ceremoniosa, pero no puede perder su apariencia sincera y desinteresada porque se descalificaría por sí mismo. Para que su fuerza ilocutiva se cumpla, L tiene, por lo menos, que aparentar que cree sinceramente en lo que dice, en la veracidad del contenido de la aserción evaluativa de su enunciado, y aunque su objetivo sea agradar al destinatario, esta intención debe manifestarse discretamente. Pero los cumplidos son indispensables para la vida en sociedad porque el individuo social necesita una cierta dosis de satisfacciones narcisistas (Kerbrat 1994: 299). «Les compliments,» escribe Kerbrat (1994: 299), «peuvent être nocifs et manipulateurs. Ils peuvent être utilisés pour circonvenir autrui, faire tomber ses défenses, ou bien ouvrir des portes réputées inviolables.»
3.2. El cumplido debe igualmente basarse en un principio de verosimilitud; desde el punto de vista semántico y pragmático, la fuerza ilocutiva del cumplido es una amalgama de dos valores (v.supra juicio / regalo verbal), pero si el deseo de agradar a A es demasiado evidente, si aparece como el móvil principal del enunciado, el cumplido  puede ser percibido como parcial.
3.3. El cumplido debe conformarse a los principios evaluativos de A, es decir que debe confluir con el ethos. Recordemos que Aristóteles (Retórica I, 1356) define el ethos (las costumbres) como la imagen que el orador quiere dar de sí mismo a su público, con el fin de convencerle; procede de la apariencia puesto que según la finalidad del discurso, el orador se mostrará severo, irónico, etc., y también de la polifonía en el sentido de que es una voz particular, un tono adaptado para la circunstancia.
(«Le compliment est une caresse verbale. Or c’est, comme chacun sait, dans le sens du poil qu’il convient de caresser.» Kerbrat 1987: 31).

4. Las categorías de cumplidos

Kerbrat (1994: 204) establece unos tipos básicos de cumplidos entre los cuales se encuentran:
4.1. Cumplidos directos vs indirectos: los cumplidos directos se dirigen directamente a A («eres encantadora»), y los indirectos a una persona asociada a A, y que de rebote afectan a A («tu mujer es encantadora»). Kerbrat (1987: 11) distingue el cumplido indirecto de lo que denomina tropo comunicacional, truco enunciativo por medio del cual L, fingiendo dirigirse a A, lanza un cumplido a A’ que se encuentra presente en la situación de enunciación, aunque no es el A «oficial».
4.2. Cumplidos explícitos vs. implícitos: el cumplido explícito es expresado por medio de una fórmula performativa o bien por un enunciado en el que el juicio evaluativo es expuesto («¡qué encantadora eres!»); el cumplido implícito puede ser: presupuesto («estar al lado de alguien muy inteligente me intimida»), cumplido no focalizado, al igual que los cumplidos enunciados como elementos incidentes («… como el vestido, precioso, que llevabas ayer»), que presentan el cumplido como irrefutable; o sobre-entendido («¡qué suerte tiene tu novio!») que juega con las posibilidades interpretativas del cumplido: un cumplido puede conllevar además de su contenido explícito, uno o varios contenidos implícitos;
i:  «Su hija es preciosa (A) tiene los maravillosos ojos de su madre» (B)
(A) = cumplido explícito indirecto (no se dirige directamente a la persona a la que se quiere hacer el cumplido); (B) = cumplido directo (se dice que la madre -la persona a la que se quiere hacer el cumplido- tiene los ojos bonitos) y presupuesto (se presupone por silogismo que la madre es guapa: «por lo tanto usted es guapa»)
ii: «Su marido tiene mucho gusto» =  Cumplido indirecto (no está dirigido directamente a la persona a la que se quiere hacer el cumplido) explícito          + cumplido sobre-entendido  (no dice directamente «es usted guapa»)
4.3. Cumplido hiperbólico / mitigado: el cumplido se presenta a veces rodeado de precauciones por medio de procedimientos mitigadores o suavizadores (justificación, formulación implícita, etc.). Un cumplido demasiado fuerte corre el riesgo de ser rechazado porque puede ser considerado insincero.
4.4. Cumplido de cita: el locutor L dirige a A cumplidos que proceden de un enunciador identificado o anónimo con lo cual se produce un enmascaramiento de L o tropo comunicacional de emisión. (v.supra): «¿No te han dicho nunca que tienes unos ojos preciosos?»

5. Análisis del corpus

El texto que hemos elegido con el fin de aplicar las categorías expuestas es Les Liaisons Dangereuses de Choderlos Laclos. Debido a la extensión del corpus, y para adecuarnos a las normas de edición de la presente publicación, hemos seleccionado únicamente tres tipologías de cumplidos, las relativas a las cualidades de diversa índole del destinatario. Las referencias a las cartas que aparecerán a partir de ahora son las siguientes: L (nº de la carta), p.(en la edición utilizada que figura en la bibliografía), el remitente figura en primer lugar, el destinatario en segundo lugar:

5.1. Términos aduladores de cualidades físicas.

Al igual que en las restantes tipologías, el número de cumplidos de L masculino hacia A femenino recogidos es muy superior al de A femenino hacia L masculino. Pero es de más interés señalar que no se encuentra un solo enunciado ensalzador de cualidades físicas que no vaya «enmascarado» con cualidades morales o espirituales. La combinación más frecuente es belleza – encanto / virtud.

(1)- Si tant de charmes, ai-je donc repris, ont fait sur mon coeur une impression si profonde, tant de vertus n’en ont pas moins fait sur mon âme.  (L.25 p.360) (Valmont – Marquise)
(2)- Je me faisais un bonheur de rendre à vos vertus comme à vos appas un hommage pur que vous ignoreriez toujours.
(L23-p.80) (Valmont- Marquise)

«Appas (XVIIe), les charmes qui dans une femme excitent le désir.» (Le Petit Robert, s.v.)

(3)-  Serait-ce un crime d’avoir su apprécier votre charmante figure, vos talents séducteurs, vos grâces enchanteresses, et cette touchante candeur qui ajoute un prix inestimable à des qualités déjà si précieuses?  (L17-p.67) (Danceny – Cécile)

«figure charmante / talent séducteur + candeur»; «grâce enchanteresse» se situaría en la frontera entre la virtud y la belleza («Ce qui plaît dans les attitudes, les manières, les discours, qualité du style qui consiste dans l’élégance unie à la facilité»,  según el diccionario Le Littré, s.v., y «sorte de charme, d’agrément qui réside dans les personnes, les choses», según Le Petit Robert). El candor, la ingenuidad, la sencillez, la naturalidad se añaden a las cualidades físicas y morales antes mencionadas, produciéndose una acumulación de cumplidos hiperbólicos engarzados. El enunciador, por medio de una pregunta retórica, se elogia a sí mismo por tener la sensibilidad necesaria para detectar dichas cualidades en la receptora del cumplido, con lo cual realiza un auto-FFA (auto-AAI). El valor pragmático del reproche y la justificación se pone de manifiesto en este enunciado  del personaje Danceny, enamorado de la joven Cécile («Serait-ce un crime d’avoir su apprécier … «), en forma de estructura interrogativa con un uso temporal condicional reforzando el valor de pregunta retórica que exige una respuesta negativa.

(4)- Je ne crains pas de vous prendre pour juge; qu’ai-je donc fait? que céder à un sentiment involontaire, inspiré par la beauté et justifié par la vertu; toujours contenu par le respect, et dont l’innocent aveu fut l’effet de la confiance et non de l’espoir. (L25-p.84) (Valmont – Présidente)

El sentimiento inspirado por la unión de la belleza y de la virtud que lo justifica es, en este caso, instintivo e inconsciente. Descubrimos el mismo valor pragmático que en el enunciado anterior de Danceny: la autoexcusa en forma de estructura interrogativa («Qu’ai-je donc fait?»), así como la expresión de la seguridad de la propia inocencia («Je ne crains pas de vous prendre pour juge» ).

(5)- Après avoir lu ce charmant je vous aime , écrit de votre main, j’ai entendu votre belle bouche m’en répéter l’aveu. J’ai vu se fixer sur moi ces yeux charmants, qu’embellissait encore l’expression de la tendresse. (L31-p.95) (Danceny – Cécile)

Como en anteriores ocasiones, las cualidades morales y espirituales confieren valor a las estéticas que aparecen como menos merecedoras de halagos en primera instancia.

(6)- Malheureusement (et pourquoi faut-il que ce soit un malheur?), en vous connaissant mieux je reconnus bientôt que cette figure enchanteresse, qui seule m’avait frappé, était le moindre de vos avantages; votre âme céleste étonna, séduisit la mienne. J’admirais la beauté, j’adorais la vertu.  (L36-p.109) (Valmont – Présidente)

En este ejemplo, el adverbio topicalizado «malheureusement»  modaliza globalmente el enunciado como comentario frástico o predicado de frase, precisando el grado de realidad que el enunciador asigna al contenido proposicional del resto de la frase, así como la evaluación que hace de dicho contenido. Pero el enunciador realiza a continuación una reflexión acerca de su propia modalización a través de la base lexical «malheur», y poniendo en tela de juicio lo anteriormente enunciado. Así pues, la conjugación de la belleza de cuerpo y alma, de belleza y virtud sorprende y seduce.

(7)- Oui, Madame, c’est au milieu des malheureux que j’avais secourus, que, vous livrant à cette sensibilité précieuse qui embellit la beauté même et ajoute du prix à la vertu, vous achevâtres d’égarer un coeur que déjà trop d’amour enivrait.  (L36-p.109) (Valmont – Présidente).

En este nuevo ejemplo, se advierte que la sensibilidad no sólo presta valor a la belleza («embellit la beauté» ) sino a la virtud misma. Los cumplidos que hasta ahora eran relativamente mitigados pasan en el siguiente ejemplo a ser hiperbólicos:

(8) – Que de charmes vous savez prêter à la vertu! Comme vous embellissez et faites chérir tous les sentiments honnêtes! Ah! c’est là votre séduction; c’est la plus forte; c’est la seule qui soit, à la fois, puissante et respectable. (L83 – p.232) (Valmont – Présidente)

De nuevo se une el encanto a la virtud en la destinataria del cumplido de Valmont. Y la única seducción «respetable» será la que conjugue estos dos valores.

(9)- Sans doute il suffit de vous voir, pour désirer de vous plaire; de vous entendre dans le cercle, pour que ce désir augmente. Mais celui qui a le bonheur de vous connaître davantage, qui peut quelquefois lire dans votre âme, cède bientôt à un plus noble enthousiasme, et pénétré de vénération  comme d’amour, adore en vous l’image de toutes les vertus. (L83 – p.232) (Valmont – Présidente)

El entusiasmo producido en el adulador por la presencia física cede ante un entusiasmo más noble: la representación de la imagen de todas las virtudes. El referente del pronombre «celui» sería evidentemente el propio halagador.
En algunas ocasiones el término adulador es ambiguo en lo que respecta a los valores ensalzados: «adorable»  significa «digne d’être aimé passionnément (XVIIe, mot précieux; «par exagération, extrêmement aimable et gracieux, charmant, exquis.»Le Petit Robert, s.v.)

(10)- Femme adorable, lui dis-je en risquant l’enthousiasme, vous n’avez pas d’idée de l’amour que vous inspirez. (L125 p.363) (Valmont – Marquise)

5.2. Términos aduladores de cualidades espirituales, morales o de personalidad.

(11)- Ah! laissez-moi vous croire parfaite, c’est le seul plaisir qui me reste. (L25-p.84) (Valmont – Présidente)

El sentido de la perfección creemos que va en la dirección de las cualidades morales, en tanto que los atributos físicos  deberían ser tan evidentes para el adulador que no podrían admitir dudas.
Los enunciadores de cumplidos que hemos analizado hasta ahora son dos personajes masculinos Valmont y Danceny. Sin embargo, aparece en el corpus un halago de personaje femenino a masculino. El término «charmant» podría referirse tanto a los encantos físicos como a los espirituales («séduisant, qui est très agréable à regarder, à fréquenter, joli, gracieux, amène, intéressant», Le Petit Robert, s.v.)

(12)-  Le Valmont que j’aimais était charmant. Je veux bien convenir même que je n’ai pas rencontré d’homme plus aimable.  (L152 p.430) (Marquise – Valmont)

Entre mujeres, los cumplidos son siempre términos ensalzadores de cualidades morales, con excepción de la reproducción como mención realizada por la Marquesa de Merteuil de un halago dirigido hacia su persona: nos encontramos ante un cumplido de cita puesto de manifiesto por medio de un cambio tipográfico:

(13)- Toutes les vieilles femmes m’ont trouvée merveilleuse.  (L51-p.143) (Marquise – Valmont)

Las cualidades puestas de relieve son la bondad, la timidez,  la sencillez, la sabiduría, la virtud, la delicadeza, la sensibilidad …:

(14)- Après avoir éprouvé vos bontés vraiment maternelles (…)  (L8-p.49) (Présidente- Madame de Volanges)
(15)- Je vous adopte volontiers pour ma fille, et vous avez bien tout ce qu’il faut pour faire l’orgueil et le plaisir d’une mère.  (L103 – p.296) (Marquise – Madame de Volanges)
(16)- O mon indulgente mère! que j’ai de grâces à vous rendre (…) Comme vous êtes bonne! la sagesse, la vertu, savent donc compatir à la faiblesse!  (L108-p.314) (Présidente – Madame de Rosemonde)

En esta exaltación a Madame de Rosemonde por parte de la Présidente de Tourvel, la utilización de términos halagadores encierra un valor pragmático de agradecimiento.

(17)- O ma jeune amie! je vous le dis avec douleur; mais vous êtes bien trop digne d’être aimée, pour que jamais l’amour vous rende heureuse. Hé! quelle femme vraiment délicate et sensible n’a pas trouvé l’infortune dans ce même sentiment qui lui promettait tant de bonheur! Les hommes savent-ils apprécier la femme qu’ils possèdent?  (L130 p.375) (Madame de Rosemonde – Présidente)

Ejemplo este último de cumplido implícito («femme delicate et sensible») que sobre-entiende que la destinataria es la mujer que «a trouvé l’infortune».

(18)- En vérité, ma chère et bonne amie, j’ai eu peine à me défendre d’un mouvement d’orgueil, en lisant votre Lettre. Quoi! vous m’honorez de votre entière confiance! vous allez même jusqu’à me demander des conseils! Ah! je suis bien heureuse, si je mérite cette opinion favorable de votre part, si je ne la dois pas seulement à la prévention de l’amitié. Au reste, quel que soit le motif, elle n’en est pas moins précieuse à mon coeur; et l’avoir obtenue, n’est à mes yeux qu’une raison de plus pour travailler davantage à la mériter. (L104 – pp.296-297) (Marquise – Madame de Volanges)

Este ejemplo es la respuesta del enunciador, la Marquesa de Merteuil,  a un halago recibido por parte de Madame de Volanges, el de ser una persona digna de ser la depositaria de su confianza. Madame de Volanges por lo tanto había realizado con la expresión de dicha confianza un acto que en cierta medida daña la propia imagen  positiva puesto que, pidiendo consejo, se sitúa a un nivel inferior. Al mismo, la remitente del fragmento epistolar anterior recibe tal confesión de confianza como un halago, y explícitamente confiesa que atenta contra una norma de cortesía que exige la práctica del principio de la modestia.
El valor pragmático del cumplido como reconocimiento se aprecia en el ejemplo siguiente de una carta de La Présidente a Madame de Rosemonde:

(19)- O mon indulgente mère! que j’ai de grâces à vous rendre (…) comme vous êtes bonne! la sagesse, la vertu, savent donc compatir à la faiblesse! (L108-p.314) (Présidente – Madame de Rosemonde)

El enunciado siguiente puede servir de ejemplo de cumplido presupuesto:

(20)- Mais pourrait-on le craindre d’un enfant simple et timide; d’un enfant né de vous, et dont l’éducation modeste et pure n’a pu que fortifier l’heureux naturel? (L104-p.298) (Marquise – Madame de Volanges)

La Marquesa halaga directamente a la hija de Madame de Volanges, e indirectamente a ésta. Se presupone que si la hija es «simple et timide» es porque su madre lo es («l’heureux naturel»).



6. Algunas conclusiones

Hemos visto a lo largo de este trabajo cómo se confirmaban algunas hipótesis que teníamos en mente al inicio, por ejemplo que en lo concerniente al sexo de los interlocutores, como lo demuestran numerosos estudios (Wolfson 1983; Holmes 1988; Herbert 1990; Johnson & Roen 1992), y como cabía esperar según nuestra cultura (Kerbrat 1994: 283), las mujeres utilizan el cumplido entre ellas más que los hombres, y que éstos dirigen más cumplidos a las mujeres que al contrario. En lo que se refiere al objeto del cumplido, observaremos que se encuentra en primer lugar el aspecto físico, seguido de diversas cualidades personales, competencias y actuaciones. La fuerza del cumplido estará en función de la naturaleza del objeto al que se dirige, de lo que éste representa para L, del tipo de juicio expresado, del tipo de formulación del enunciado elogioso (explícita / implícita, hiperbólica / mitigada, etc.), y del número de cumplidos dirigidos a la misma persona pero a diferentes elementos de ésta. La exaltación de la belleza se presta, como hemos visto, al recurso de la hipérbole, pero se corre el riesgo de quebrar el principio de sinceridad y de verosimilitud, necesario para que el cumplido sea creíble y aceptado sin que el receptor se vea obligado a rechazarlo para no ser inmodesto. En las relaciones peligrosas, el ensalzamiento de los atributos físicos es tan hiperbólico como el de los espirituales. Por este motivo, dirigir un cumplido -en situación de declaración de amor como ocurre en nuestros ejemplos- será atentar contra la propia imagen, puesto que L se desnuda emocionalmente ante A. El cumplido ha valido desde siempre como medio de acercamiento,  de seducción y de conquista -aunque piensa Valmont (L96 – pp.266-267) (Valmont – Marquise) que «quand il n’y a plus que des louanges à donner à une femme, on pouvait s’en reposer sur elle, et s’occuper d’autre chose.»


Notas
» Este trabajo se encuadra en el proyecto de investigación PB98-1062-C04-03 «Coherencia textual, construcción del sentido, temporalidad y ambigüedad en contraste (francés-español)». Ministerio de Educación y Ciencia. Dirección General de Enseñanza Superior e Investigación Científica.


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