La lisonja y los proverbios

LA LISONJA HACIA LA MUJER: EL MODELO DE LOS PROVERBIOS


In Miradas sobre la sexualidad en el arte y la literatura del s.XX en Francia y España. Universitat de València, Departament de Filologia Francesa i Italiana. (J.V.Aliaga et al. Eds.)2001. pp.293-306. ISBS : 84-370-4572-X


A.Emma SOPEÑA BALORDI
UNIVERSITAT DE VALENCIA



Pourquoi te servir de poison,
si tu peux tuer avec du miel?
(Proverbio persa)



0- Introducción


Un compliment c’est un peu d’amour dans beaucoup d’esprit.
(Proverbio francés)


El trabajo que sigue pretende realizar un acercamiento a los conceptos de «cumplido» y de «imagen», ambos relacionados con un concepto más amplio que los engloba, el de «cortesía», con el fin de aplicarlos a una selección de frases proverbiales dedicadas a la condición femenina. Igualmente intentaremos analizar brevemente la noción de «estereotipo» para aplicarla a ciertos valores que se ponen de manifiesto en el corpus utilizado.


I- Concepto de cumplido


On ne donne rien de si bon marché que les compliments.
(A.de Montluc, La Comédie de proverbes, III, VII, 1616)


Generalmente se atribuye al término «cumplido» la significación de palabra halagadora, lisonjeadora, que se dice con el fin de felicitar a alguien por algún motivo determinado. El cumplido puede llegar a adular, a alabar, a elogiar con encomio, con exageración y sin un motivo lo suficientemente justificado con el fin de agradar, y captar así la voluntad del destinatario.
Según la definición de Kerbrat-Orecchioni (1987: 5), se puede considerar como cumplido toda aserción evaluativa positiva, ensalzadora de una cualidad o una propiedad del alocutario o de alguien estrechamente ligado a éste, como las cualidades físicas, morales, intelectuales, etc. , lo que posee o aquéllo de lo que es autor. «Evaluación positiva» significa que el cumplido comporta un término intrínsecamente axiológico, sin embargo, en ocasiones, el valor axiológico del cumplido puede depender de datos contextuales. Tomemos el ejemplo de comentarios ambiguos tales como el que ofrece Kerbrat-Orecchioni (1987: 11): «tiens c’est original!»
Esta lingüista (1987: 6) distingue igualmente entre cumplido explícito e implícito. El primero se expresa por medio de una aserción en la que el juicio de valor es expresado de una manera directa («comme tu es belle!»), el segundo se expresa por medio de un sobre-entendido («il en a de la chance votre mari!»). Pero un enunciado puede vehicular, además del contenido explícito, uno o varios contenidos implícitos, y los diferentes contenidos superpuestos pueden orientarse en el mismo sentido («elle est jolie votre fille; elle a les beaux yeux de sa mère», donde al cumplido indirecto explícito se añade otro directo presupuesto), o en sentido contrario, como en el caso de los cumplidos pérfidos, es decir enunciados en los que bajo el contenido explícito adulador se esconde un valor anti-halagador implícito («elle te va bien cette robe, elle t’amincit / comment se fait-il que vos enfants soient si intelligents?», donde se muestra un conflicto entre un cumplido indirecto presupuesto y un anti-cumplido directo sobre-entendido). La frontera del enunciado adulador no siempre es nítida, en tanto que cualquier enunciado susceptible de valorizar al destinatario puede ser considerado como un cumplido; los marcadores valorizantes pueden presentar formas lingüísticas de la más variada índole, al tiempo que pueden prestarse a malentendidos (el alocutario toma como un cumplido un enunciado cuya intención comunicativa no era tal, o bien percibe como un anti-cumplido lo que el locutor quería transmitir como halago). Kerbrat-Orecchioni considera que este tipo de evaluación positiva es un acto ilocutivo doble: como aserción pretende hacer que el alocutario lo admita como verdadero, y como acto verbal gratificante pretende agradarle.


II – Concepto de imagen


A partir de los trabajos de Goffman (1973, 1974), Brown y Levinson (1978) consideran que las personas presentan dos imágenes («faces»). Este término metafórico se refiere a la personalidad del individuo como miembro de la sociedad de la que forma parte. Cada uno desea tener una imagen pública – un cierto prestigio – y quiere conservarlo. Esta actitud está ligada a la cortesía, y de la necesidad de salvaguardar esta imagen pública se derivan todas las estrategias de la cortesía. Los individuos que componen la sociedad saben que esta imagen es vulnerable, y Brown y Levinson concluyen que el contenido proposicional de la mayoría de los actos de habla daña la imagen positiva o negativa, propia o ajena. Este concepto pragmalingüístico de «imagen» se compone de dos factores complementarios:
– la imagen negativa, expresión que reformula la noción de «territorio» utilizada por los etnólogos de la comunicación (cf.Goffman), y que alude a la necesidad del individuo de que sus acciones no se vean impedidas o entorpecidas por los demás, de tener libertad de acción, de dominar el propio territorio.
– la imagen positiva, expresión que designa el conjunto de imágenes valorizantes que el individuo tiende a mostrar de sí mismo, la necesidad que tiene de que sus actos sean compartidos y aprobados por el entorno, de ser apreciado por los demás.
Desde este punto de vista, la mayor parte de los actos verbales pueden constituir una amenaza para una de las imágenes. Todo cumplido constituye una especie de incursión territorial como amenaza para la imagen negativa del halagado, primero porque como juicio de valor es un acto de ingerencia, y segundo porque puede situar al beneficiario en posición de deudor. El cumplido puede además intervenir en una estrategia global de seducción, y presentar un componente erótico más o menos evidente: «Ce topos séductif encadrait les femmes, les immobilisait dans leur qualité d’oeuvre d’art et leur réalité de marchandise (…). L’émancipation de la femme a périmé la liturgie galante de l’éloge». (Brückner & Finkelkraut 1977: 292). En lo que se refiere a la imagen positiva del halagado, el cumplido puede ser considerado como una antiamenaza puesto que adula su narcisismo. En relación con la utilización del cumplido en la estrategia de la seducción se puede analizar una de las máximas del Principio de Cooperación de Grice (1975), la máxima de calidad (cf.»ley de sinceridad», Ducrot 1979). En efecto, una de las sospechas que suelen pesar sobre el que realiza un acto verbal adulador es la de ser insincero por los motivos aducidos por Kerbrat-Orecchioni (1987: 38-39): porque en la intención del locutor puede esconderse un interés de cualquier tipo, o bien porque la «jerga de los cumplidos» (cf.expresión utilizada por la Marquesa se Merteuil en Les liaisons dangereuses, carta 105 a Cécile de Volanges, p.247) se fundamenta en convenciones lingüísticas estereotipadas a base de una retórica hipócrita. En efecto, el cumplido puede considerarse en cierto modo como una actividad ritual, protocolaria, ceremonial, pero no puede perder su apariencia sincera y desinteresada porque se descalificaría por sí mismo. Para producir un halago con éxito, el emisor tiene que aparentar que cree sinceramente en lo que dice, en la veracidad del contenido de la aserción evaluativa de su enunciado, y aunque su objetivo sea agradar al destinatario, esta intención debe manifestarse discretamente.
El cumplido puede ser considerado como una forma privilegiada de cortesía positiva, un anti-ACI (Acto contra la Imagen, traducción del término inglés FTA Face Threatening Act) que se crea con el fin de adular la imagen positiva del destinatario. La cortesía positiva pretende maximizar la cortesía de las ilocuciones corteses; su principio es producir el mayor número de anti-ACIs. Cuando acompaña a un acto en cierto modo amenazador de la imagen, el cumplido se enmarca en la cortesía negativa cuya finalidad es atenuar una crítica, suavizar una demanda, reparar una ofensa, etc.
El acto verbal del cumplido se enmarca en un tipo de acto mucho más amplio, el de la cortesía – especialmente el de la cortesía positiva -, regida por reglas, no siempre ritualizadas y estereotipadas, que intervienen en las relaciones interpersonales, y que tienen como función esencial la preservación del carácter armonioso y cordial de dicha relación. La cortesía es una estrategia que ayuda a mantener ese carácter armonioso, y depende de los supuestos previos que el locutor ha adquirido acerca del comportamiento socialmente adecuado. Por lo tanto, el efecto cortés depende de normas culturales específicas y de su adecuación a ellas. Pero la cortesía, como cualquier otro tipo de acto verbal, es susceptible de dañar la imagen tanto del locutor como del alocutario. En este trabajo expondremos el tipo de imagen que puede ser dañada al utilizar ciertas lisonjas estereotipadas del corpus de refranes seleccionado.
La imagen negativa, que corresponde en términos de Goffman al «territorio del yo», refleja la necesidad del individuo de dominar el propio territorio, de tener libertad de acción. Los actos exhortativos son los que más amenazan la libertad de acción. La imagen negativa de la mujer se ve amenazada en ciertos refranes de nuestro corpus, en los que  se traduce la intención de impedir o entorpecer las acciones de ésta. Ciertas frases proverbiales predican que un acto debe ser realizado y, al hacerlo se ejerce una coacción, son aquéllas que expresan sugerencias, consejos, recordatorios, advertencias, etc. en los que se indica que la mujer debería realizar ciertas acciones, y de manera velada o implícita se le recuerda que si no las hace, no se adecúa a lo que de ella se espera.
El locutor masculino, al utilizar ciertas frases proverbiales puede auto-amenazar su imagen positiva – que representa el conjunto de imágenes valorizantes que tiene de sí mismo – al ensalzar distintos valores de la mujer. O bien al constatar su propia debilidad ante los encantos femeninos:


III – Concepto de estereotipo


Le stéréotype c’est le prêt-à-porter de l’esprit.
(Amossy 1991:9)


Etimológicamente, el estereo-tipo sería un «tipo solidificado» (del griego stereos ,»sólido»). La frontera entre el «tipo» y el «estereotipo» no es nítida. El estereotipo es la idea preconcebida que nos hacemos de algo o de alguien, la imagen prefabricada, siempre igual a ella misma, que la colectividad hace circular de manera monótona en las mentes y en los textos, y cuyos contornos no se reflejan de manera nítida puesto que se deshacen y se reforman incesantemente. El estereotipo no existe verdaderamente en sí mismo. Sólo se pone de manifiesto cuando se seleccionan los atributos «característicos» de un grupo, y se reconstruye con ellos un esquema familiar. Originariamente, el término es utilizado para referirse a un objeto duplicado indefinidamente por medio de la reproducción de un mismo modelo. Cuando en 1922, el periodista americano Walter Lippmann introdujo el término de «estereotipo» en las ciencias sociales (aunque ya era utilizado en el vocabulario corriente), lo describió como «una imagen en nuestra mente». Con ello pretendía poner de manifiesto que nuestra mente está repleta de representaciones colectivas a través de las cuales aprehendemos la realidad cotidiana y damos una significación al mundo. Este imaginario social se inspira incesantemente en los textos de cada época. Recíprocamente, la producción cultural se alimenta de las imágenes, de las representaciones colectivas  que circulan en la sociedad. Un vaivén incesante se establece entre las imágenes almacenadas en nuestra mente y las que se divulgan por todos los canales. Cada comunidad transmite por lo tanto a sus miembros un abanico de representaciones colectivas con las que cada cual se configura su propio mundo. Según lo que acabamos de exponer, nada justifica que el término «estereotipo» reciba una valoración negativa. El tránsito hacia este tipo de valoración se produce cuando del sentido literal se pasa al sentido figurado por deslizamiento metafórico. Convertirse en estereotipo pasará a entenderse como hacerse inalterable, inmutable. Lo sólido, lo estable se aprecia negativamente cuando  se inicia la mecanización de la producción industrial.
Por otra parte, se podría también aplicar a este tipo de corpus la noción de «aire de familia» (Wittgenstein 1953, Rosch & Meruis 1975, Kleiber 1990) que establece una red de semejanzas entre los elementos que forman el grupo o familia, semejanzas que unas veces son de carácter global y otras de detalle.
Finalmente, existe otra noción relacionada con la de estereotipo que es la de «doxa» (en griego, «opinión») que designa el saber viciado o falseado que tiene la opinión pública respecto a algo. En efecto, dice Amossy, «a partir du moment où toute idée qui est le lieu d’un consensus, toute représentation qui imprègne l’imagination collective, devient un piège, nous retrouvons partout le stéréotype» (1991: 14).


IV – El corpus


Los proverbios pertenecen al fondo común de la cultura de todos los países, y son una especie de sublimación del espíritu humano, perpetuada a través de las generaciones según su psicología, y, evidentemente, los adapta a su lengua. Por este motivo, los proverbios presentan unas características propias en cada cultura, aunque converven el sentido universal. El proverbio designa una «verdad» moral o de hecho expresada en pocas palabras, una expresión metafórica de la filosofía práctica, o bien una palabra memorable. La noción de «proverbio» – del latín clásico proverbium – reúne componentes muy diversos: constataciones más o menos banales, consejos, opiniones diversas, observaciones sobre la vida, y su utilización ha estado muy generalizada en todas las épocas y en todos los pueblos. Existen proverbios de expresión indirecta, con bajo nivel de generalidad, que ofrecen consejos de sabiduría práctica en forma metafórica, y proverbios con un alto nivel de generalidad  que no toman la forma metafórica. El proverbio evita al pensamiento el esfuerzo de caracterización personal, y permite al locutor traducir su pensamiento en términos generales, válidos, por lo tanto,  para todos los seres que presenten los mismos rasgos, pero con un grado de concreción sufiente como para que pueda ser utilizado por otros. De esta manera se ponen en contacto los seres que ofrecen las misma características.
La selección ha sido realizada a partir de una recopilación (Maloux 1984) que recoge proverbios, sentencias y máximas, procedentes de una gran variedad de culturas y lenguas, aportando referencias literarias cada vez que ha sido posible.
El interés de la elección de esta recopilación para realizar nuestro análisis del elogio de la condición femenina en los proverbios, reside en primer lugar estudiar la selección que realiza un especialista de esta materia  en nuestra época entre la abundancia de literatura proverbial (recopilaciones diversas, obras literarias, etc.), y en segundo lugar la comprobación de la persistencia de las imágenes estereotipadas de la mujer a través de los siglos y de las culturas.

V – Análisis del corpus.


Tras la recopilación en el corpus de todos aquellos proverbios, máximas y sentencias que contengan algún elemento halagador de la mujer, hemos analizado los que reflejan ciertas representaciones colectivas formadas a través de la asignación a la mujer de un serie de atributos supuestamente ensalzadores que se suponen característicos en ella.
El corpus ha sido agrupado en tres apartados: valores más o menos estereotipados, proverbios como actos amenazadores de la imagen, y valor de la lisonja como acto verbal.


1- Valores ensalzados: estereotipos.
Hemos agrupado entre los estereotipos una serie de imágenes simplificadas acerca de ciertos valores atribuidos a la mujer que han ejercido indudablemente un efecto de fascinación, de ofuscación engañosa en la imaginación colectiva. El feminismo se propuso desde sus inicios desenmascarar estas imágenes creadas en y por el sistema patriarcal. En ellas hallamos el rol de la madre y de la esposa, sus valores estéticos y los morales que se corresponden con los  tradicionales, así como la persistencia de éstos a través del paso del tiempo.

1.1 La mujer en su esencia:
La femme est en elle-même sa propre dot
(Proverbio indio)
Un cheveu de femme tire plus que dix paires de boeufs
(Cita de J.Florio, Second Frutes, 1591)

1.2 Mujer-madre:
Le plus grand amour est l’amour d’une mère, vient ensuite l’amour d’un chien, puis l’amour d’un amant.
(Proverbio polaco)
Le chef-d’oeuvre de Dieu, c’est le coeur d’une mère.
(Guétry, 1741-1813)
L’avenir d’un enfant est l’oeuvre de sa mère.
(Florian, Fables, II, I, 1792)
On ne parle jamais bien du ciel ni de sa mère.
(Proverbio indio)
Dieu ne pouvait être partout, alors il a créé la mère.
(Proverbio judío)

1.3 La belleza de la mujer:
Les jolies filles ne sont pas toujours heureuses et les garçons intelligents sont rarement beaux.
(Proverbio chino)
Trois choses rafraîchissent le coeur et délivrent du chagrin; l’eau, les fleurs, la beauté féminine.
(Proverbio sánscrito El Ritasâmbara)
Le soupir d’une jolie fille s’entend plus lois que le rugissement d’un lion.
(Proverbio árabe)
Une jolie femme est anglaise par la tête, hollandaise par le corsage, et française par la ceinture.
(Proverbio inglés)
La beauté du ciel est dans les étoiles, la beauté des femmes est dans leur chevelure.
(Proverbio italiano)
Une femme qui est belle a toujours de l’esprit; elle a l’esprit d’être belle.
(Th.Gautier, Mademoiselle de Maupin, V, 1835)
Le feu brûle de près, une belle femme brûle de loin et de près.
(Proverbio polaco)
A la vue d’une jeune beauté, il faut bénir le Seigneur.
(Proverbio turco)
Ni tant belle qu’elle tue, ni tant laide qu’elle épouvante.
(Proverbio español)
Aucun miroir n’a jamais reflété une femme laide.
(C.Oudin, Refranes o proverbios castellanos, 1659)

1.4 Valores morales por encima de la belleza:
Ce n’est pas la beauté de la femme qui ensorcelle, mais sa noblesse.
(Euripide, Andromaque,  208, Ve s. a.J.-C.)
Une belle femme plaît aux yeux, une bonne femme plaît au coeur; l’une est un bijou, l’autre est un trésor.
(Napoleón, 1769-1811, Maximes et Pensées)
Une fleur sans parfum n’obtient pas un long hommage qu’une belle femme
sans esprit.
(A.-V. Arnault, Fables Nouvelles, III, «l’Hortensia», V, 1834)

1.5 La gracia por encima de la belleza:
La beauté sans la grâce attire, mais elle ne sait pas retenir; c’est un appât sans hameçon.
(Cita de Maxime Planude, Anthologie d’épigrammes)
La belle pivoine ne sert qu’à récréer la vue; la fleur du jujubier, quoique petite, donne un bon fruit.
(Proverbio chino)
La femme qui a de la grâce obtient la gloire.
(Livre des Proverbes, XI, 16, IVe s. av.J.-C.)
Gracieuse plaît, non belle.
(Manuscrit du XIVe s., Vatican)

1.6 La coquetería como valor femenino:
La coquetterie, c’est la véritable poésie des femmes.
(Mme de Girardin, Lettres parisiennes, 19 août 1837)
Il faut à la femme honnête un grain de coquetterie, comme à la fraise un grain de poivre
(D.Darc (Mme M.Régnier), Sagesse de poche, 1885)

1.7 Naturalidad vs sofisticación:
On se fait belle, on devient riche, on naît élégante.
(D.Darc (Mme Régnier), Bréviaire du Parisien, 1833)
La femme comme la lune brille d’un éclat emprunté.
(W.Wander, Deutsche Sprickwörter Lexicon, 1880)
Ciel pommelé et femme fardée ne sont pas de longue durée.
(A.de Montluc, La Comédie de proverbes, III, VII, 1616)
Se farder est un moindre crime que de parler contre sa pensée.
(La Bruyère, Les Caractères, «Des Femmes», 5, 1688)
Le fard ne peut d’Ecube faire Hélène.
(Le Roux de Lincy, Livre des proverbes français, 1859)
La femme qui a le meilleur parfum est celle qui n’est pas parfumée.
(Plaute, Mostellaria, 273, IIe s.av.J.-C.)

1.8 La mujer y el ingenio:
L’amour donne de l’esprit aux femmes et le retire aux hommes.
(Proverbio italiano)

1.9 La fortaleza de la mujer:
Qui trouvera une femme forte? Elle est plus précieuse que tous les joyaux venus des extrémités du monde.
(Livre des Proverbes, XXXI, 10, IVe s. av.J.-C.)
La femme est une forteresse, l’homme est son prisonnier.
(Proverbio Kurdo)
La femme amoureuse est audacieuse sans le savoir.
(J.P.Richter, Titan, LXXI 1803)

1.10 El poder de la mujer:
Les éléphants glissent sur les roses.
(Proverbio persa)
La femme, comme le chat, a neuf vies.
(J.Heywood, Proverbs in the English Tongue, 1546)
Les femmes sont comme les chats qui retombent toujours sur leurs pattes.
(Proverbio persa)
Ce que femme veut, Dieu le veut
(Proverbe de Picardie)

1.11 La mujer soporte de la casa:
La maison n’est pas fondée sur le sol, mais sur la femme.
(Chrestomathie chkipre ou albanaise, 1878)
Dieu a créé la femme, la femme a créé le foyer.
(Proverbio kurdo)

1.12 La bondad de la mujer:
Il n’y a pire de mal qu’une mauvaise femme, mais rien n’est comparable à une femme bonne.
(Euripide, Ménalippe, fragments, Ve s. av. J.-C.
Une main douce conduit l’éléphant avec un cheveu
(Proverbio persa)

1.13 Persistencia de los valores de la mujer:
Pour être ridée, une pomme ne perd sa bonne odeur.
(A.Brizeux, Proverbes bretons, 1860)
D’une vieille poule on fait un meilleur bouillon.
(Citado por Brantôme, 1540-1614, Vies des dames galantes)
La femme est comme la nèfle: sitôt mûre, sitôt sûre.
(Th.Dekker, The Honest Whore, I, 1630)


2- Proverbios cuyo contenido proposicional amenaza la imagen   (Actos contra la imagen ACIs):
Como hemos visto en nuestra introducción teórica, los actos verbales suponen un riesgo potencial de amenaza no sólo contra el alocutario sino contra el mismo locutor. En nuestro caso, hemos agrupado ciertos proverbios que, al sugerir o aconsejar, imponen de alguna manera que la debe hacer algo de una determinada manera, lo que significa ingerencia en terreno ajeno. De igual manera, otros actos son amenazadores, en este caso para la mujer, en tanto que atacan la imagen de ésta destruyendo su imagen valorizante. Finalmente, aportamos un número de proverbios que bajo una aparente lisonja esconden amenazas a la imagen positiva – imágenes valorizantes, y narcisistas -, o negativa – territorios del yo – de la mujer.

2.1. Proverbios que predican que se debe realizar un acto: Recordatorios, sugerencias o consejos
Louez les beaux jours le soir, et les belles femmes le matin.
(Proverbio alemán)
La cithare est docile à de molles pressions, mais elle répond d’une façon discordante à qui l’interroge avec violence.
(Homére, Hymnes, II)
Ne frappez pas, même avec une fleur, une femme coupable de cent fautes.
(Sánscrito, Avadânas)

2.2. Proverbios como actos verbales que indican que al locutor no le importa la imagen positiva del alocutario: Proverbios que hacen alusión a temas tabú.
Il n’y a pas de sagesse au-dessous de la ceinture.
(Matthew Hale, Thoughts on some importants subjects, 1674)
La pudeur est la ruine de la courtisane.
(Sánscrito, Hitopadeça, III, s.I)
Belle femme a peine à rester chaste.
(Incipiunt versus proverbiales, manuscrito del s.XIV, Paris: Bibliothèque Nationale)
Une femme honnête et jolie est deux fois honnête.
(P.-J. Stahl (Hetzel), Esprit des femmes et Femmes d’esprit, 1882)
Le triomphe des femmes est de nous faire adorer leurs défauts et jusqu’à leurs vices.
(Th.Jouffroy, Le Cahier Vert, VIII, 1836)
Les femmes et le poisson, c’est le milieu qui vaut le mieux.
(Cita de Ph.Garnier, Thesaurus Adagiorum gallico-latinorum, 1612)
Celle qui travaille a une chemise, celle  qui ne travaille pas en a dix.
(Proverbio italiano)

2.3. Proverbios susceptibles de suscitar temas de controversia.
L’amour amoindrit la pudeur de la femme et augmente celle de l’homme.
(J.P.Richter, Titan, XXXIV, 1803)
L’homme aime quand il veut, et la femme quand elle peut.
(Bonum spatium, manuscrito del s. du XI , Paris: Bibliothèque Nationale)
L’amour est l’histoire de la vie des femmes, c’est un épisode dans celle des hommes.
(Mme de Staël, De l’influence des passions, I, IV, 1796)
Les seules lettres d’amour qu’une femme voudrait recevoir d’un homme sont celles qu’il ne devrait jamais écrire.
(Proverbio inglés)
Le divorce n’est pas un bonheur pour la femme.
(Euripide, Medée, 237, Ve s. a.J.-C.)

2.4. Proverbios que encierran un valor anti-halagador
Les femmes vont plus loin en amour que la plupart des hommes, mais les hommes l’emportent sur elles en amitié.
(La Bruyère, Les Caractères, «Des femmes», 55, 1688)
La femme souffre plus que l’homme du mal d’amour, mais elle sait mieux le dissimuler.
(Euripide, Andromaque,  220, Ve s. av.J.-C.)
Les joyaux sont les orateurs de l’amour
(Samuel Daniel, Complaint of Rosamund, XIX, s.XVI)
Plus on aime une maîtresse et plus on est près de la haïr.
(La Rochefoucauld, Réflexions ou  Sentences et Maximes morales, III 1665)
Les belles pommes sont parfois amères.
Quelle belle fleur que le laurier-rose, et que le laurier-rose est amer.
(Proverbio berebere)
Trois choses sont fugitives: l’écho, l’arc-en-ciel, le beauté des femmes.
(Proverbio alemán)
Il y peu de femmes dont le mérite dure plus que la beauté.
(La Rochefoucauld, Réflexions et Sentences et Maximes Morales, 474, 1665)
Il ne sert à rien d’être jeune sans être belle, ni belle sans être jeune.
(La Rochefoucauld, Réflexions et Sentences et Maximes Morales, 497, 1665)
Une femme applaudit à ses voeux plus qu’à la réalité.
(Eschyle, Agamemnon, 482, Ve s. av.J.-C.)
Homme sans femme, cheval sans bride; femme sans homme, barque sans gouvernail.
(Proverbio italiano)
La grande ambition des femmes est d’inspirer de l’amour.
(Molière, Le Sicilien, VI, 1667)


3 – Valor de la lisonja para la mujer:
Este último grupo de frases proverbiales, pretende convencer de que la mujer gusta de ser lisonjeada, es decir que desea ver halagada su imagen negativa y positiva.

L’oreille est le chemin du coeur.
(Attribué ä Madeleine de Scudéry)
L’amour pénètre dans l’homme par les yeux et dans la femme par les oreilles.
(Proverbio polaco)
Depuis que le monde est monde, il n’y a jamais eu d’homme étranglé par une femme pour lui avoir dit qu’il l’aimait.
(Florian, Le Bon Père, 1790)
Aphrodite aime les sourires.
(Homère, Hymnes, III, IXe s. a.J.-C.)
Il n’y a si petite demoiselle qui ne veuille être priée.
(Marguerite de Navarre, l’Heptaméron, II, 18, 1559)

V – Conclusión
L’homme qui fait beaucoup de compliments les pervertit.
(Chancelier Oxenstiern, 1583-1654, Réflexions et Maximes)

El feminismo ha intentado poner de manifiesto el carácter esencialmente cultural de la feminidad, demostrando con sus estudios que lo femenino – como lo masculino – no es un hecho natural anclado en la fisiología sino un modelo legado por la tradición, y que de la diferencia sexual a los roles asignados por la sociedad a los miembros de los dos sexos hay un abismo. Simone de Beauvoir dijo referente a esta distinción: «On ne naît pas femme: on le devient» (1976: 13). Se trata por lo tanto de una construcción cultural del sistema patriarcal para servir los intereses de la dominación  masculina. El feminismo intentará desmitificar los esquemas colectivos establecidos que aprisionan a las mujeres. «(…) les féministes (…) se proposent, dans leurs écrits théoriques comme dans leur production littéraire, de démystifier les images de la Femme accréditées par le système patriarcal. Eduquées dans une culture qui leur a appris à se défier du préconstruit, (…) ont tenté de relever ce défi: briser les idoles anciennes sans en édifier d’autres, déjouer les stéréotypes dominants sans enfermer la femme dans une nouvelle image stéréotypée». (Amossy 1991: 15-16).
A modo de conclusión de este acercamiento al acto verbal elogioso de la mujer, recordaremos los principios explicativos que aporta Kerbrat-Orecchioni (1987: 36); en ellos apreciaremos lo riesgos potenciales que puede entrañar el recurso al halago sobre todo si éste está tan fosilizado como en las frases proverbiales: «Tout compliment constitue une sorte de petite incursion territoriale: c’est une menace pour la face négative du complimenté. D’abord parce qu’en tant que jugement, c’est un acte d’ingérence dans les affaires d’autrui (…). Ensuite parce que comme tous les cadeaux, le compliment place son bénéficiaire en position de débiteur (…). L’incursion territoriale est bien sûr plus évidente encore lorsque le compliment s’inscrit dans un macro-acte de «cour» ou de «drague»: il apparaît alors comme une sorte de déclaration d’amour implicite (c’est l’équivalent discret de «vous me plaisez»), laquelle constitue comme chacun sait une menace pour le territoire affectif de celui ou de celle à qui elle s’adresse. (…) Pour la face positive du complimenté, le compliment est au contraire une anti-menace, puisqu’il vient flatter son narcissisme. (…) il convient de faire appel à un autre principe (…) c’est la «maxime de qualité» (Grice), alias «loi de sincérité» (Ducrot). Une des raisons du discrédit qui pèse sur l’acte complimenteur, c’est qu’il est souvent suspect d’être insincère, parce qu’il est suspect d’être intéressé: tous les cadeaux ne sont pas «gratuits», et le compliment peut être perçu comme appelant en retour une rémunération quelconque – faveurs et bonnes dispositions, contre-compliment (…) parce que d’autre part (le compliment) relève souvent des conventions rituelles de la politesse, d’une rhétorique plus ou moins hypocrite et creuse (…)».


Les compliments sont le protocole des sots.
(Voltaire, L’Enfant prodigue, II, II, 1736)


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


AMOSSY,R. (1991) Les idées reçues. Paris: Nathan.
BEAUVOIR, S. de (1976) Le Deuxième Sexe II, Paris: Gallimard. (1re éd. 1949).
BROWN,P. – LEVINSON,S. (1978) Goody, E. (ed.)
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BRUCKNER, P. – FINKELKRAUT, A. (1977) Le nouveau désordre amoureux.
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