Lengua y prevención

LENGUA Y PREVENCION

(1997) Sida y Cultura. Universitat de València. ISBN: 84-370-2923-6


A.Emma Sopeña Balordi
Universitat de València


a G.S.P.


Lo primero que cabría destacar es la pobreza informativa en España, en lo que a lengua y prevención del Sida se refiere, en el ámbito de la cultura cotidiana o  popular, siguiendo la denominación establecida por A.Finkielkraut (1987) que la distingue de la cultura libresca, es decir la que forma parte del acervo cultural de la humanidad.  En efecto, en esta cultura compartida que como dice R.Galisson (1989) no es una gloria para nadie porque pertenece a todo el mundo, hay que buscar con lupa o tal vez tan sólo en ambientes muy restringidos una información clara, contundente, explícita y operativa sobre esta enfermedad que a todos debe interesar, aunque sólo fuera por lógica egoista. Siendo la lengua el intermediario ideal  para acceder a la cultura de otro país (comportamientos, referencias de toda índole), cabría la posibilidad de analizar cómo enfoca lingüísticamente cada país un  problema grave – en nuestro caso, un problema grave de salud de la población -. Cierto es que la cantidad no implica necesariamente la calidad, pero en el caso de los documentos  franceses, estos dos factores convergen hacia una riqueza informativa relevante.
En su excelente trabajo titulado «L’expression de la sexualité et du risque VIH chez les adolescents» (1993), A.M.Laurian realizó un análisis del lenguaje empleado por los jóvenes al hablar de este tema. Los resultados discursivos y  lexicográficos pusieron de manifiesto que a pesar de los numerosos esfuerzos realizados por las autoridades gubernativas y sanitarias galas para mejorar la comunicación con los jóvenes, es decir para que el mensaje «pase», los jóvenes expresan un punto de vista muy crítico respecto a las campañas destinadas precisamente a ellos, en tanto que no corresponden a su sensibilidad, a sus angustias, a sus esperanzas y, en realidad, a la imagen que tienen de sí mismos. Es decir que el lenguaje oficial es recibido como un lenguaje demasiado explícitamente didáctico, falto de sinceridad, precisamente porque procede de una instancia de autoridad, y esta sensación impide o dificulta la comunicación. Interesaría saber si son los contenidos o las modalidades del lenguaje lo que provoca la falta de entendimiento, ya que como dice la autora «un même contenu conceptuel est accepté ou rejeté selon la manière de l’exprimer» (1993: 62). Si el objetivo de la mayor parte de los mensajes oficiales concernientes al Sida es aumentar los conocimientos sobre los riesgos de la contaminación para favorecer de este modo  la prevención, cabrá plantearse cuál es la mejor forma de aumentar los conocimientos. El discurso preventivo tendrá que ser necesariamente un  discurso social y, por lo tanto, personal. Aquí es donde podemos nosotros, los linguistas, intervenir con la ayuda de la sociolingüística para estudiar cuál es la vía más eficaz de información, directa o indirecta (como la experiencia de personas conocidas, la ficción, etc.). Puesto que las relaciones interpersonales intervienen muy directamente en la transmisión de información, esta última vía sería tal vez la más adecuada.
En general, y según las conclusiones del trabajo citado, los jóvenes rechazan la información directa: prefieren los mensajes de ficción, comparativos y mediatizados. Y, sobre todo, desdramatizados, con sentido del humor a ser posible, aunque con toda la prudencia y delicadeza necesarias. Quiero recordar aquí la única campaña televisiva, a mi juicio, realmente inteligente llevada a cabo por TVE. Unos dibujos exponían una serie de situaciones en las cuales SI DA o NO DA  el SIDA (beber en el mismo vaso = NO DA, tener relaciones sexuales= SI DA, etc.). En una carta firmada «Alexandre» el 22 de marzo de 1996 en Sida. Tout va bien, este joven de 22 años hace la siguiente observación: «Ce que nous avons tous en commun, malgré nos différences, c’est que nous connaissons tous la maladie du Sida. Mais que tout de même, nous ne réalisons pas la gravité de la contamination par le VIH, ou plutôt il s’est passé un phénomène d’habitude à la prévention. Nous avons été «blasés» par le continuel rabâchage médiatique. Au départ, la maladie était nouvelle et a effrayé tout le monde; maintenant, nous ne retenons plus de la prévention que l’idée Sida = groupes à risque. Malheureusement, les jeunes ne se considèrent pas comme faisant partie de ces fameux groupes à risque. Si je vous écris ceci, c’est que, moi-même, je me suis laissé «piéger» par tout ce brouhaha et que j’ai contacté le VIH en juillet 1995; moi non plus je ne croyais pas pouvoir être un risque pour moi-même. Maintenent (…) je m’aperçois que même informé, je n’y connais pas grand chose sur le sujet.»
Los conocimientos intelectuales sobre la prevención (que, además, parece ser que los jóvenes ya conocen) son tan importantes como la formulación de cuestiones y problemas estrechamente ligados a la protección (como los miedos, las creencias personales, etc.), y que pueden ejercer una influencia sobre ésta. La publicidad –  transmisión de información indirecta – informa sin caer en el didactismo. Según el medio socio-profesional de la familia así como el origen geográfico, los jóvenes llegan a la adolescencia a edades sensiblemente diferentes. La modalidad de discurso no puede ser la misma para todos, habrá que distinguir en cada caso la más rentable desde el punto de vista de la transmisión de la información.
Un discurso como el utilizado en la serie de folletos realizados por la Cité des Sciences et de l’Industrie de París en 1996 no podrá valer desgraciadamente para todos. En efecto, estos folletos pretenden dar una idea muy completa del sistema inmunitario humano partiendo en el primer folleto de la explicación de las siglas VIH, realizada subrayando las iniciales «Qu’est-ce que le virus de l’immunodéficience humaine (VIH)». Los dibujos en color que acompañan cada folleto son de gran utilidad. Las explicaciones pretenden ser muy didácticas, y la modalidad de lenguaje muy gráfica: «la protéine d’enveloppe gp 120 fait office de clé», «pour que la porte de la cellule s’ouvre, le virus possède une deuxième clé qui s’enclenche dans une deuxième serrure appelée corécepteur». Un exelente trabajo de divulgación científica que no puede alcanzar más que a un grupo muy reducido de población.
En el dossier de bienvenida a Act Up-Paris, asociación nacida en la comunidad homosexual, y que pretende defender equitativamente a toda la población afectada por el virus, se ofrece la información esencial, y en la página 21 una especie de glosario bajo el título «Le lexique d’Act Up et les mots du sida». Se compone de tres apartados: langages, sigles y lexique médical. El primero de ellos hace balance de la carga ideológica de ciertas palabras o expresiones de uso corriente para designar a las personas aquejadas por el virus. Empieza de la siguiente manera: «Act Up ne prône pas l’épuration «politiquement correcte» du langage.
Certains mots ou certaines expressions contribuent cependant à entretenir les préjugés, l’ignorance et le rejet dont sont encore trop souvent victimes les personnes atteintes. Il ne faut pas les employer, mais il faut les connaître pour évaluer ce que nous entendons sur l’épidémie.» Las palabras analizadas son: sidaïque, sidatique, groupes à risque, victimes su sida, porteur du virus, porteur sain, dépistage systématique. La crítica que se realiza de estas denominaciones es la siguiente: «sidaïque» fue inventada por J.M. Le Pen y, según Act Up pretende aludir a «judaïque»; «groupes à risque» puede conducir a pensar que la población se divide en grupos; «victimes du sida» no es considerada aceptable porque los seropositivos no son víctimas sino luchadores, y puede conducir a la creencia de que hay víctimas inocentes y culpables; «porteur du virus» y «porteur sain» definen a los seropositivos  como personas potencialmente contaminantes; finalmente «dépistage systématique» es ambiguo puesto que significa sistemáticamente propuesto y sistemáticamente impuesto, lo cual es una trampa léxica tendida por los partidarios del «dépistage obligatoire».
El apartado de las siglas está dividido en siglas de Act Up y siglas diversas. El último apartado, el léxico médico, analiza los estudios sobre un medicamento, el vocabulario de los ensayos, los anti-retrovirales, la inmunidad y las enfermedades oportunistas. He podido comprobar que en las lecturas que he realizado sobre el tema para preparar esta comunicación, mis dudas terminológicas han quedado a menudo resueltas gracias a este glosario.
La publicación Info traitements, que procede de la asociación Actions Traitements, es muy especializada; su objetivo es profundizar en los conocimientos terapéuticos con el fin de tener elementos de diálogo con los médicos. Cuando el artículo es complejo recurre a una «Petite explication de texte» (sic) en la que explica los elementos que pueden plantear dudas a los lectores (como la noción de resistencia del virus a un tratamiento, las mutaciones, las familias químicas de antibióticos y antivirales, etc.)
Otros ejemplos: la revista Remaides, cuyo título juega con la homofonía «remède» (remedio), y está editada por la asociación AIDES de Paris – Ile-de-France, alterna artículos de divulgación científica sobre informaciones médicas sobre el sida y testimonios personales. Utiliza colores, dibujos, humor… Pretende ser informal pero con una gran cantidad de información general sobre el tema del sida.
Action, la revista mensual de Act Up Paris, tiene un carácter muy distinto; editada en blanco y negro, sus informaciones no versan tan sólo sobre prevención y remedios, sino que tiene un marcado carácter de lucha social. Las publicaciones de Illico, revista mensual gay de información y de debate, presentan en cambio un marcado carácter festivo y comercial.
Sida Tout va bien es un «Journal d’information des séropositifs en colère» (sic). Esta publicación está editada por Positifs, Association de Séropositifs en lutte contre le Sida. En Enero de 1996, idearon la creación de un calendario de las personas que han muerto de Sida: «Il s’agit de créer – dice el nº 23 de la revista – un nouveau calendrier complémentaire de ceux existant déjà, où chaque jour de l’année portera le prénom d’une victime du Sida, disparue ce jour-là. De tout calendrier – continúa la revista – émane une certaine morbidité puisque chaque case abrite un mort. Pour le nôtre, cette perception est encore plus insoutenable puisqu’il s’agît de personnes disparues il y a moins de dix ans et que le Sida existe toujours. Mais c’est une façon de ne pas oublier ceux qui se sont battus contre le Sida, et de sensibiliser le plus de personnes à cette épidémie et à son ampleur. Les séronégatifs doivent se mobiliser pour ne pas devenir séropositifs et COMPRENDRE qu’ils doivent nous aider ACTIVEMENT pour que l’on trouve au plus vite les traitements de ce fléau.» Tanto el título como el subtítulo de la publicación demuestra un cierto sentido del humor paradójico. Por un lado, el optimismo («Tout va bien»), por el otro, el descontento («en colère» = manifester sa colère; colère = violent mécontentement accompagné d’agressivité, accès, crise, moment de colère). Estas dos características – optimismo e inconformismo – se encuentran en la definición tal vez más conocida del término «humor», la de R.Escarpit (1960) que lo considera como un cierta manera de interpretar el mundo implicando un cierto optimismo y un espíritu crítico respecto al orden de cosas establecido, y oscilando entre el incorformismo y la reacción burlona. B.Dupriez (1980) habla de aceptación consciente de la diferencia entre el ideal y lo real, en tanto que S.Freud lo considera como un mecanisme de defensa cuya función es evitar la aparición de elementos desagradables generados en el interior del individuo que en lugar de reaccionar a una provocación con la cólera, adopta una actitud que le permite aceptar la provocación o de hacer como si la aceptara; el humor le sirve para mitigar el choque entre los propios sentimientos y los factores externos. Finalmente, para H.Morier (1975), el humor reside en la consideración del desfase entre el mundo ideal y el mundo real. En algunos números de esta publicación encontramos consideraciones que revelan una cierta dosis de ironía; veamos una de ellas en un artículo titulado «Condamnation d’un employeur français. Nouvelle jurisprudence: la séropositivité est un motif illégitime de licenciement» en el nº 25 de agosto de 1996: «Frédéric a compris que dans son combat contre le Sida, il avait deux ennemis. Il y a tout d’abord le virus du Sida qu’il connaît bien. Et puis, il y en a un autre qui est peut-être encore plus perfide car il peut prendre des aspects multiples et inattendus: il s’agit de toutes les formes d’exclusion que la société a édifiées pour …  se protéger du Sida. De par le stress qu’elle occasionne, l’exclusion constitue, de plus, un facteur pouvant participer à l’affaiblissement des défenses immunitaires et donc favoriser l’évolution péjorative de la maladie.» En este caso, el término «exclusión» es utilizado en un sentido derivado, no en su sentido propio. Se trata de un tipo de ironía tradicional como tropo en la que a partir de un primer significado descodificado gracias a la competencia lingüística, se  deduce un segundo que lo sustituye en la intención del autor, se trata pues de un fenómeno de inversión semántica.
Esta rabia contra la realidad se aprecia en publicaciones de todo tipo. Action, la lettre mensuelle d’Act Up-Paris, en su nº 44 de enero de 1997, dedica la sección «Connaissez vos ennemis» a analizar tres tipos de mensajes gubernamentales realizados con ocasión del día del Sida (1 de diciembre). El primero de ellos, que corresponde a dos días antes de esta fecha, se refiere a la frase publicada en los periódicos: «c’est parce qu’il y a raisons d’espérer qu’il faut continuer». Act Up la califica de cínica porque el Gobierno no aporta soluciones  definitivas. En segundo lugar, se critica que sólo se privilegie un acercamiento «soft» (sic) a la situación de los homosexuales: «le gouvernement privilégie une image rassurante et normalisée de la vie gay.» Finalmente, se pone en tela de juicio un spot de radio que trata del embarazo y de la transmisión del Sida de madre a hijo, porque no se explica que el riesgo de esta transmisión ha descendido a un 5 %. La conclusión es que el Gobierno «à défaut d’agir 365 jours par an (…) choisit de communiquer pour le premier décembre.
Mais ce qu’il dit est inutile et creux, quand ce n’est pas insultant et moralisateur.» El Gobierno no actúa pero tampoco utiliza el lenguaje convenientemente. «On aurait presque envie de dire (…) qu’il a perdu une occasion de se taire.»
Act-Up edita unas tarjetas postales dirigidas a representantes del Gobierno, altos funcionarios, etc. Una de las que pueden causar más impacto es la que va dirigida al Presidente de la República:
Monsieur le Président
J’ai la douleur et la colère de vous faire part
du décès de

à l’âge de      ans
des suites d’un sida

ACT UP
PARIS

En ella se deja el espacio que se completará con el nombre y la edad de la persona fallecida. Al dorso, sobre fondo negro se lee el texto de la tarjeta postal: «Cette mort auraît pu être évitée si des efforts avaient été entrepris dès le début de l’épidémie dans les  domaines de la prévention, de la recherche et des soins. Depuis1981, le sida a tué plus de 30.000 personnes en France. Maire de Paris, vous n’avez pas donné l’exemple en matière de prévention et de prise en charge: Paris est la ville la plus touchée d’Europe. Aujourd’hui, vous êtes Président de la République. Avec Act Up-Paris, j’exige que vous fassiez de la lutte contre le sida une priorité. Cette carte vous est adressée par        .» Aquí se deja el espacio para el remitente. La tarjeta va dirigida a M.le Président de la République. Palais de l’Elysée. 55, rue du Faubourg St-Honoré. 75008 Paris.
Mi último comentario se refiere al artículo «La soirée du malentendu» de la revista Observations et témoignages, nº 7 de noviembre de 1996, (pp.15-18) en el que se comenta la emisión de televisión realizada con ocasión de la campaña Sidaction 1996. Sida Info Service puso un dispositivo de escucha telefónica que recogió 6000 llamadas (cifra significativamente menor que en 1994: una tercera parte). En ellas se insistía en la necesidad de tener más información acerca del virus, de la prevención y del riesgo (más del 68 % de las llamadas), se quejaban de la falta de explicaciones claras en la emisión, y sobre todo, de la «mise en spectacle du sida», del «caractère larmoyant»  de la emisión y de la presencia masiva de «vedettes n’ayant rien à voir avec ça». En definitiva: «trop de voyeurisme dans cette émission et pas suffisamment d’information sur les traitements en cours et l’évolution des recherches.»

Recapitulando mis anteriores consideraciones podemos apreciar que en el momento de decidir cómo dirigir el mensaje de prevención, cómo utilizar la lengua, el enunciador se puede encontrar en un dilema, sobre todo si el mensaje va dirigido a los jóvenes: por un lado parece que ya se ha dicho lo fundamental acerca de la prevención tantas veces que ya lo tendrían que saber (cómo se adquiere el virus, cómo hay que protegerse de él), por lo que repetirlo utilizando los mismos valores ilocutivos para una misma intención comunicativa, podría ser incluso perjudicial. Por el otro, cuando se evalúan estadísticamente los conocimientos reales acerca de la enfermedad, se aprecia que existe todavía un gran desconocimiento en estas cuestiones: es como si el fenómeno no fuera con ellos. ¿Cómo organizar pues el contenido informativo, cómo darle forma, qué actos ilocutivos conviene poner en práctica para ser efectivos, para conseguir el efecto perlocutivo deseado? La resolución de estas cuestiones puede ser la clave del éxito informativo que conseguiría poner freno al tormento que significa escuchar o leer las estadísticas de personas infectadas cada día, cada mes, cada año.

Deseo expresar mi gratitud a Ahmed Haderbache y a Anne-Marie Laurian que me proporcionaron una gran cantidad de documentación sin la cual no habría podido redactar estas líneas.


BIBLIOGRAFÍA


DUPRIEZ,B. 1980 Gradus. Les procédés littéraires. Paris: Union Générale d’Editions. col. 10/18.
ESCARPIT,R. 1960 L’humour.
Paris: PUF, que sais-je, nº 877.
FINKIELKRAUT,A. 1987 La défaite de la pensée. Paris: Gallimard.
FREUD,S. (1966) 1969 El chiste y su relación con el inconsciente. Madrid: Alianza.
GALISSON,R. 1989 «La culture partagée: une monnaie d’échange interculturelle». Lexiques. Paris: Hachette
LAURIAN, A.M. 1993 «L’expression de la sexualité et du risque VIH chez les adolescents». Les jeunes face au sida: de la recherche à l’action. Une recherche des enquêtes et des recherches françaises. ANRS Agence Nationale de Recherche sur le Sida. Action coordonnée nº9 «Mécanismes et obstacles de la prévention.
MORIER, H. 1975 Dictionnaire de poétique et de rhétorique. Paris: PUF



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